Empresa individual

Una empresa individual, conocida como «raison individuelle» en Suiza, es una estructura jurídica habitual para las empresas.
A diferencia de otras formas jurídicas, como una sociedad anónima o una sociedad de responsabilidad limitada, una empresa individual está dirigida por una sola persona, el empresario individual, que es responsable de todas las decisiones empresariales y obligaciones legales.
El Código de Obligaciones suizo no regula específicamente las empresas individuales.

Creación y gestión

Crear una empresa individual en Suiza es sencillo y no requiere una inversión mínima de capital ni estatutos escritos.
Sin embargo, si la empresa genera unos ingresos anuales superiores a 100.000 CHF, el empresario individual debe inscribirse en el Registro Mercantil.

Crear una empresa individual tiene unos costes mínimos.
Los gastos de consulta para la constitución, como la contratación de un fiduciario, suelen rondar los 1.500 francos.
Además, registrar la empresa en el Registro Mercantil cuesta unos cientos de francos.

El empresario individual responde personalmente de todas las deudas de la empresa con su patrimonio privado.
Esto significa que es crucial tener en cuenta los riesgos financieros antes de crear una empresa individual, ya que los bienes personales pueden estar en peligro en caso de dificultades empresariales.

El empresario individual es el único responsable de todas las decisiones empresariales y de llevar la contabilidad de la empresa y presentar las declaraciones fiscales.
Sin embargo, puede solicitar la ayuda de contables o asesores fiscales para las tareas administrativas.

Fiscalidad e impuestos

En Suiza, las empresas individuales están sujetas a los impuestos sobre la renta y el patrimonio directamente sobre los beneficios de la empresa y el patrimonio personal del propietario.
Los ingresos profesionales de un empresario individual están estrechamente vinculados a sus ingresos privados a efectos fiscales, por lo que sólo es necesaria una declaración de la renta.
Los impuestos se recaudan a nivel federal, cantonal y municipal.

Las cuantías de los impuestos varían en función de las circunstancias personales del propietario, la ubicación de la empresa y los ingresos anuales.
Si la ubicación de la empresa difiere de la residencia privada, el propietario puede realizar una planificación fiscal.

Además, se aplican otros impuestos y tasas.
Por ejemplo, las empresas individuales deben pagar el IVA si sus ingresos anuales superan los 100.000 CHF.
Las cotizaciones a la Seguridad Social por AHV, IV y AC también son gastos importantes.
El impuesto sobre el patrimonio se calcula en función del patrimonio total del propietario.

Ventajas de una empresa individual

Las empresas individuales ofrecen numerosas ventajas en Suiza.
En primer lugar, la creación de una empresa individual es relativamente sencilla, ya que los trámites administrativos son mínimos.
Los empresarios pueden poner en marcha sus negocios rápida y fácilmente, sin grandes trámites burocráticos.

Otra ventaja es el control total sobre la empresa.
Como único propietario, el empresario puede tomar todas las decisiones importantes sin necesidad de la aprobación de los accionistas o de un consejo de administración, lo que le permite tomar decisiones con rapidez y responder a los cambios del mercado.

La empresa individual también proporciona flexibilidad de gestión.
El propietario puede gestionar el negocio según sus necesidades y su visión.

Además, el funcionamiento de las empresas individuales suele ser menos costoso que el de otras formas empresariales como las sociedades de responsabilidad limitada (SRL) o las sociedades anónimas.
Esto se debe, en parte, a que no se exige un capital mínimo y los costes administrativos son relativamente bajos.
Los empresarios también pueden beneficiarse de un tratamiento fiscal favorable mediante deducciones para autónomos.

Desventajas de una empresa individual

El propietario es personalmente responsable de todas las deudas de la empresa sin límite alguno, lo que significa que los bienes personales pueden ser embargados si la empresa se enfrenta a dificultades financieras.
La transmisión de las participaciones en la propiedad es más compleja que en las sociedades de capital.
Al no existir una entidad jurídica diferenciada, la transmisión de una empresa individual implica la transmisión de los activos y pasivos de la empresa.
El acceso a los mercados de capitales puede ser difícil para las sociedades colectivas, incluidas las empresas individuales, ya que no ofrecen las mismas garantías que las sociedades de capital.
La protección empresarial se limita al territorio.
La expansión al extranjero puede presentar obstáculos para una empresa individual.
Inscribirse en el Registro Mercantil con el nombre del propietario significa que el anonimato no está protegido.
Terceros pueden acceder fácilmente a la información sobre la empresa y su propietario, lo que plantea riesgos para la privacidad y la seguridad.
En conclusión, una empresa individual con arreglo a la legislación suiza es una opción atractiva para los empresarios que deseen dirigir un negocio comercial, artesanal o por cuenta propia de forma independiente, debido a la sencillez de los trámites administrativos y la flexibilidad de gestión.
Sin embargo, es importante tener en cuenta las desventajas.
Se recomienda encarecidamente consultar a un abogado.